martes, 3 de junio de 2008

Catarsis

Siempre he dicho Ten cuidado con lo que deseas, porque puede hacerse realidad.

Ayer caí en mi propia trampa. Pedi sinceridad, y la recibí. Aplastante sinceridad. Hay algo más, alguien más. No pasó nada, parece poco importante, pero está ahí. Y ahora me golpea cada segundo en la nuca, me oprime el pecho, no me deja respirar.

Encuentro un leve consuelo en la justificación que ésto da a mi paranoia de los últimos tiempos. Absurdo consuelo, como un mal de muchos, que desaparece al instante, dejando paso a una terrible desazón.

Pero lo encajé. Con verdadera paciencia. Sin celos, con comprensión. Me sorprendí a mi mismo. y hubo una cambio. En nosotros dos, en el ambiente. Crisis, catarsis. Hoy hay calma chicha.

¿Es el final del dolor o el principio del fin? Mi alma espera impaciente a que algo ocurra. Ojalá sea lo primero.

No hay comentarios: