martes, 8 de septiembre de 2020

40... gracias y mil perdones

Demasiado tiempo sin escribir, sin escribirte. Muchos conatos y pocos arrestos... y llegan tus 40 en el año que ha puesto a prueba todo y a todos, también a nosotros. Y, aunque mal y tarde, aquí está mi regalo.


40 gracias y mil perdones:

Gracias por seguir ahí, contra todo y sin dudarlo.

Perdóname la desidia, darlo todo por sentado.

Gracias por darme dos soles, por tenerlos y cuidarlos.

Perdón por esa tristeza que a veces nos profesamos.

Gracias por ser todo ganas, por tu mente siempre inquieta.

Perdóname la impaciencia, la excesiva vehemencia.

Gracias por tanta paciencia, por la comprensión que cuesta.

Perdón por quererte mal, aunque siempre sea a mares.

Gracias por darme tu tiempo, tus sonrisas sin esfuerzo.

Perdóname la torpeza, la miopía de tu anhelo.

Gracias por esos abrazos, por estar siempre a mi lado.

Perdona por el cinismo, por ser siempre un obstinado.

Mil gracias por tu deseo, por entregarte sin miedo.

Perdona por el dolor, por el llanto innecesario.

Mil gracias por aguantarme, este año es un milagro.

Perdón por las noches sola, por faltar en tu regazo.

Gracias por ser mi familia, por dejarme ser la tuya.

Perdón por dudar a veces, por no llegar a la altura.

Gracias por no doblegarte, por mantener tu criterio.

Perdón por lo cotidiano, por la falta de misterio.

Gracias por llevar la agenda, por ser como mi diario.

Perdón por ser descuidado, por quedarme un poco a un lado.

Gracias por cada caricia, cada grito, cada beso. 

Perdona por los chillidos, los feos y los cabreos.

Gracias por ir a mi lado, hasta cuando voy a parte.

Perdón por ir muy deprisa, o despacio, sin mirarte.

Gracias por cuidar de todos, de los niños, de mis padres.

Perdón por ser egoísta cuando hace falta mimarte.

Gracias por darme tu Tierra como si fuera la mía.

Perdona por no enseñarte todo lo que debería.

Gracias por creer en mi cada vez que yo lo dudo.

Perdón por ser pusilánime y mil veces inseguro.

Gracias por la comprensión, por encontrarme lo bueno.

Perdón por no ser paciente, por presionarte en exceso.

Gracias por hablar conmigo, aunque sea complicado.

Perdón por hacerte daño, por no entender tus reparos.

Gracias por darme sin dudas tu apoyo incondicional.

perdón por ser agresivo y hacerte sentir tan mal.


Perdón por no haber podido llegar hasta las cuarenta.

Espero que en el futuro se me ocurran más de ochenta.


Gracias, gracias, gracias...

Perdón, perdón, perdón....


Y muchas felicidades


martes, 17 de diciembre de 2013

Un año más

Otra muesca en la pared de los años vividos
otra lista interminable de momentos compartidos
otro siglo concentrado de experiencia y raices
otra historia inacabada de momentos felices

Uno más de dos vidas que ya son casi una
seis historias de amor que no iguala ninguna
mil canciones, cien obras, incontables minutos
sentimiento, pasión, compromiso, absolutos


Uno más, renacuaja




lunes, 17 de diciembre de 2012

5 años

5 años de felicidad y tristeza compartidas, de placer recibido y entregado, de dolor consolado y aliviado. 

5 años dándole sentido a mil palabras: familia, hogar, compartir, amar, confianza.

5 años de matices, de amigos, de historia, de heridas curadas, de hacernos más fuertes, de sufrirnos y cuidarnos, de futuro por venir.

Nada puede pagar tanto amor, nada compensa la dedicación. No hay materia ni forma que refleje el sentimiento, esta parte de mi que eres ahora, esta parte de ti que ya nunca dejará de ser mía. 

No hay sustancia ni obsequio que compense las lágrimas, las risas, la pasión, el desconsuelo, los millones de segundos con millones de emociones, sintiendo el todo que somos.

Las palabras no sirven, gracias, felicidades; son escasas, incompletas para definir todo lo que somos y queremos ser, lo que hemos vivido y creado, lo que nos queda por ver el uno junto al otro.

Sólo tú y yo lo sentimos desde la piel al estomago, sólo nosotros lo vivimos desde la cabeza al corazón. Ya nada puede borrarlo, ya es parte de la historia de nuestras vidas que ya no serán nunca nada sin ese inmenso trozo de universo que hemos creado a nuestro alrededor. Y seguirá creciendo.

Te quiero, renacuaja

jueves, 3 de noviembre de 2011

Día de Limpieza

Toca limpieza.

Es momento de quitar el polvo de los rincones del corazón; de sacar brillo a los buenos momentos; de barrer fuera los malos ratos y los reproches; de desempolvar los recuerdos y convertirlos en ilusión y sueños; de abrir las ventanas de esta casa de carne y hueso, de miedos y deseos, para respirar esa bocanada de aire fresco, tomar aliento y volver a decir:

Sigo aquí, donde siempre. Te quiero, más que nunca.

lunes, 11 de julio de 2011

No eres parte de mi

Podría decir que te siento parte de mi, que me completas, que sin ti me pierdo; pero no es así.

La verdad es que yo soy parte de ti. Soy un pedazo de algo que sólo tiene sentido desde que forma parte de tu todo. Que funciona como una pieza diminuta en el imperfecto, pequeño y precioso engranaje de tu vida, que ya es un todo de mi parte.

Soy un pedazo de arcilla que moldean tus pequeñas manos con la picardía de una niña y la certeza de una mujer experta, que adquiere forma, y valor, y orden, y sentido por el contacto contigo.

No me pierdo sin ti; es que no funciono, no existo sin ser parte de tu vida.

Te diría que no me faltes nunca, pero no es lo que quiero; lo que quiero es no dejar de ser parte de ti.

miércoles, 26 de enero de 2011

Saudade

Hoy me levanté temprano como un día entre semana,
me dispuse a ir a la rutina que cada día me mata.
Entre suciedad y porquería de la marcha de anoche,
camino sin parar repasando los asuntos que me importen.

Pero sé que cuando vuelva estarás, que sin ti nada es igual
y que juntos iremos a donde nos guste estar.

Los instantes se me convierten en interminables días,
sólo el brillo de los rayos del sol en la ventana me animan.
En un intento de evadirme del calvario al que asisto
esbozo flores que se proyectan hasta más del infinito.

Pero sé que cuando vuelva estarás, que sin ti nada es igual
y que juntos iremos a donde nos guste estar.
Aguardo el momento en que vea tus ojos brillar como gemas
y que entonces no importe todo lo que nos rodea.

Pero sé que cuando vuelva estarás, que sin ti nada es igual
y que juntos iremos a donde nos guste estar.
Aguardo el momento en que vea tus ojos brillar como gemas
y que entonces no importe todo lo que nos rodea.

Lori Meyers

lunes, 14 de junio de 2010

Callejeando

La mañana empieza en blanco, negro y gris. Paseo por la ciudad en la mejor compañía. Vuelta desde la Tabacalera, con el pálpito latente de tanta belleza, sucia descuidada y perfecta. Paso junto al recuerdo en chatarra de otro tiempo. Giro en Valencia y sonrío ante la borrosa estampa de la felicidad. Después Argumosa, Lavapies, Tribulete....

Cruzo desde la calle del Casino, a través del sordo bullicio de los destartalados tenderetes de calcetines y navajas, camino del descanso momentaneo, tosta en mano, frente al mercado de la Puerta de Toledo.

Madrid huele a domingo y sabe a tarde contigo.