martes, 21 de abril de 2009

Hoy, ayer, mañana

Hoy duele. Duele y agobia la falta de entendimiento.

Duele el recuerdo de ayer. Desespera encontrar, donde uno esperaba un menú elaborado y feliz de cariño y entendimiento, un refrito rápido y descuidado de reproches, prisas e impaciencia. Machaca el ánimo que te reciba la molestia , que la puerta que conduce al hogar tras el duro día se tiña de rencor y mal carácter compartido.

Pero lo que más daño hace es mañana. Desanima la sensación de bomba a punto de estallar, el miedo a la impaciencia, al desconcierto, al abandono.

Bastaría una mirada sencilla, de entendimiento sin palabras, una de esas miradas de complicidad que tantas veces disfrutamos. Un beso y un abrazo, los que tantas veces bajo estas líneas he pedido, he agradecido y he adorado.

Pido sólo eso. Pido todo eso.