viernes, 14 de agosto de 2009

Bruma

Bajo las gotas de lluvia perpetua, transcurre esa serpiente de agua marrón que atraviesa de lado a lado la ciudad, salpicada de viajeros, grandes y pequeños, nuevos y cotidianos.

Los puentes de ladrillo y gris hormigon diurno, se dejan invadir por las amarillentas luces nocturnas; entre sus restos y sus templos, sus mestizos, sus barrios y sus vicios surge la marea de gente y vanguardia.

Con su pop, su indie, su mod, sus tribus, sus pubs, su rancia modernidad perpetua. Con su clásica vanguardia, con su moda retro, con sus continuas contradicciones, con esa bruma constante hecha de exitos y decepciones, de incendios y reconstrucciones, de personas, sentimientos y movimientos.

Definitivamente, tengo que volver.