jueves, 6 de noviembre de 2008

Temperatura constante


Hace calor. Es una temperatura constante, confortable.

A veces sube, crece repentinamente a mi alrededor hasta hacerme sudar deseo, pedir a gritos un fresco aliento besando mis labios.

Otras veces se mantiene en el agradable intervalo que hace que uno se sienta en casa, que te permite llamar hogar al lugar donde te encuentres.

Pero nunca baja, no se apaga, no necesita descanso. Es una fuente de calor tan constante, tan directa, tan amarilla y redonda que alumbra mi vida tanto como el Sol.

Ojalá nunca se me apague esa estrella.

No hay comentarios: