Cuenta la leyenda que cruzando la tierra de la oscuridad, en un territorio de gran riqueza y prosperidad muy al norte, se encuentra una gran fuente de aguas cristalinas. Y que el que beba de esa fuente y se bañe en sus aguas ya no envejecerá y será joven eternamente.
Así que fui al norte. Y encontré la fuente. Y bebí de ella y me bañe en sus aguas. Y desde entonces, ni una cana, ni una arruga. sigue igual:
Lo que siento no envejece ni un segundo.
Así que fui al norte. Y encontré la fuente. Y bebí de ella y me bañe en sus aguas. Y desde entonces, ni una cana, ni una arruga. sigue igual:
Lo que siento no envejece ni un segundo.
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