No ha parado. Sigue ahí, como el primer día, más grande a cada paso.
Sigue sonando en mi cabeza como una canción que vuelves a escuchar una y otra vez y te sigue estremeciendo, que te recorre la espalda en un escalofrio a cada nota.
Todavía sueño con esa sonrisa silenciosa que me desmonta cada vez, que me convierte en un títere dispuesto a todo.
Aún me asusta, me domina a veces, me hace perder la razón.
Aún me ilusiono como un niño caprichoso con cada carta suya en mi buzón.
Aún tiemblo, y la pena y el miedo me embargan cuando se aleja, aunque sea un
segundo, aunque sea un metro.
No lo dudes, sigue creciendo.
Sigue sonando en mi cabeza como una canción que vuelves a escuchar una y otra vez y te sigue estremeciendo, que te recorre la espalda en un escalofrio a cada nota.
Todavía sueño con esa sonrisa silenciosa que me desmonta cada vez, que me convierte en un títere dispuesto a todo.
Aún me asusta, me domina a veces, me hace perder la razón.
Aún me ilusiono como un niño caprichoso con cada carta suya en mi buzón.
Aún tiemblo, y la pena y el miedo me embargan cuando se aleja, aunque sea un
segundo, aunque sea un metro.
No lo dudes, sigue creciendo.
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