La verdad es que yo soy parte de ti. Soy un pedazo de algo que sólo tiene sentido desde que forma parte de tu todo. Que funciona como una pieza diminuta en el imperfecto, pequeño y precioso engranaje de tu vida, que ya es un todo de mi parte.
Soy un pedazo de arcilla que moldean tus pequeñas manos con la picardía de una niña y la certeza de una mujer experta, que adquiere forma, y valor, y orden, y sentido por el contacto contigo.
No me pierdo sin ti; es que no funciono, no existo sin ser parte de tu vida.
Te diría que no me faltes nunca, pero no es lo que quiero; lo que quiero es no dejar de ser parte de ti.
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